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Vivir con ansiedad es difícil. Puede que se sienta sólo, ya que se esfuerza continuamente en tratar de explicar a los demás la situación por la que está atravesando, o puede sentir una cierta impaciencia hacia usted por parte de los demás, ya que no entienden su problema. La ansiedad puede ser una condición crónica que perdure años o bien aparecer en forma de episodios agudos cíclicos. En caso de sufrir ansiedad, es importante que aprenda a vivir con ello y adopte técnicas que le ayuden a gestionar sus sentimientos cuando la ansiedad está presente en su día a día. Otra alternativa es que usted acepte su ansiedad de forma pasiva, sin hacer nada al respecto, pero esto le hará sentirse cada vez peor. Es más positivo abordar el problema de frente.
Asuma el hecho de que sufre ansiedad y que debe enfrentarse a ello. Puede que los síntomas nunca desaparezcan del todo, pero ser consciente de que padece ansiedad y hacer saber a los demás que sufre por ello, son dos pasos muy importantes. Recuerde, cuanto más control tenga sobre su vida, será menos propenso a sufrir síntomas.
La ansiedad se ve a menudo empeorada por una incapacidad para respirar correctamente. En caso de sufrir un ataque de ansiedad – similar a un ataque de pánico – debe seguir unos pasos para calmar su respiración. El objetivo es ralentizar su respiración y respirar profundamente. Así, respire profundamente llevando el aire al diafragma, observando cómo se elevan el pecho y el estómago, y mantenga la respiración 5 segundos. Luego, expulse el aire poco a poco mientras se fija en cómo desciende el pecho. Eche hacia atrás los hombros y repita el proceso hasta que se sienta más calmado.
La ansiedad tiende a aparecer cuando tenemos pensamientos dando vueltas en la cabeza. Permitirse tiempo para pensar, o pasar momentos inactivos, puede hacer que la ansiedad aparezca. Una manera de evitar esto es mantenerse ocupado a lo largo del día, desde que el momento de levantarse hasta el de acostarse. Desde luego suena extenuante, pero con suerte, le permitirá dormir bien. Esta actividad no tiene que ser necesariamente una actividad física. Puede ser leer o realizar algún tipo de artesanía, o incluso meditar. Manteniéndose ocupado y centrado, será más difícil que le invadan los pensamientos.
Paralelamente a mantenerse ocupado, debe hacer ejercicio. Quizá esto no es gusto de todos, pero realizar ejercicio varias veces a la semana, es un medio excelente para mejorar el ánimo y le ayudará a sentirse mejor consigo mismo. No es necesario que sea un ejercicio aeróbico fuerte. Hacer yoga, pasear o nadar son opciones que pueden ser beneficiosas. Con el ejercicio, aumenta la serotonina, se eliminan hormonas relacionadas con el estrés, y se liberan endorfinas, lo cual afecta positivamente al estado de ánimo.
Otro método para hacer frente a los síntomas de la ansiedad es centrarse en ellos. Por ejemplo, si su cuello tiende a tensarse, ponga atención en él. Si siente una agitación en el abdomen, concéntrese en esa sensación. Si tiene dificultades para respirar, ponga atención en la respiración. Céntrese en esas sensaciones, y en caso de desconcentrarse, vuelva a pensar en ello. Continúe hasta que note que se siente más tranquilo.
En ocasiones, nuestra ansiedad es una señal de que pensamos demasiado en nosotros mismos. Otra manera de ayudar a reducir los síntomas de la ansiedad es no centrarnos tanto en nosotros, sino pensar en los demás. ¿Conoce a alguien con algún tipo de necesidad? ¿Algún miembro de su familia, vecino o amigo? En caso de no ser así, quizá podría considerar realizar algún tipo de voluntariado. De esta manera, podrá quitarse sus problemas de la cabeza, y sentirse bien al ayudar a los demás.
Aunque normalmente no recomendamos evitar las conductas, cuando se sufre de ansiedad siempre existen unos desencadenantes que hacen comenzar un ataque. Si sabe cuáles son los desencadenantes que le afectan, y no está bajo tratamiento o terapia para lidiar con su ansiedad, no hay razón para enfrentarse a ellos. Si ver las noticias le produce ansiedad, apague la tele. Si ver las actividades de su ex pareja en las redes sociales le produce malestar, dese de baja de esa red social, o bloquee a esta persona. Esto es especialmente importante en las horas previas a acostarse, ya que preocuparse durante la noche hará que sus problemas estén dando vueltas en su cabeza hasta el amanecer.
Si se siente capaz, intente superar sus límites cada día. Puede llegar a combatir los síntomas de su ansiedad enfrentándose a aquello que más teme. Esto puede ser, por ejemplo, hablar con alguien nuevo cada día, o conducir un par de kilómetros hasta un sitio nuevo. No importa lo que sea, y nadie más tiene por qué saberlo. Póngase metas, y verá que puede salir adelante.
Cuando sepa qué es lo que origina su ansiedad, reflexione sobre qué es lo más horrible que podría suceder. ¿Cuál es el peor final posible? Aunque esto sea lo más terrible, aun así sobrevivirá, y el mundo no se habrá acabado, así que no hay razón por la que preocuparse en exceso. Si comienza a sentir ansiedad, calme su respiración. Finalmente, su pánico se disipará. Y se encontrará absolutamente bien.
Cuando sienta que el mundo se le viene encima, haga listas de cosas que le encanten. El arroz con leche, los discos de los Beatles, su perro, la lluvia golpeando sobre un tejado metálico, el sonido del mar en una playa de piedras... Cualquier cosa que le haga feliz. Algunas personas anotan en un cuaderno estas listas, creando un diario de agradecimiento. Salga a comprar un cuaderno bonito para guardar dentro sus pensamientos felices.
En ocasiones, poner esto en práctica puede resultar difícil. Pero cuando usted se encuentre hundido en la desesperación, tratar de ver las ventajas en vez de los inconvenientes, lo bueno en vez de lo malo y las posibilidades en vez de los obstáculos, le ayudará a mantenerse centrado en disfrutar la vida.
La ansiedad no puede curarse de la noche a la mañana, puede que incluso nunca se cure, pero puede utilizar los recursos que posee para mejorar aspectos de usted. Continúe compartiendo cómo se siente, rodéese de aquello que le gusta y tenga fe en que su vida puede mejorar.
Creado por Tom Vermeersch
Tom Vermeersch es psicólogo titulado y experto en Flores de Bach con más de 30 años de experiencia.
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Asuma el hecho de que sufre ansiedad y que debe enfrentarse a ello. Puede que los síntomas nunca desaparezcan del todo, pero ser consciente de que padece ansiedad y hacer saber a los demás que sufre por ello, son dos pasos muy importantes. Recuerde, cuanto más control tenga sobre su vida, será menos propenso a sufrir síntomas.
La ansiedad se ve a menudo empeorada por una incapacidad para respirar correctamente. En caso de sufrir un ataque de ansiedad – similar a un ataque de pánico – debe seguir unos pasos para calmar su respiración. El objetivo es ralentizar su respiración y respirar profundamente. Así, respire profundamente llevando el aire al diafragma, observando cómo se elevan el pecho y el estómago, y mantenga la respiración 5 segundos. Luego, expulse el aire poco a poco mientras se fija en cómo desciende el pecho. Eche hacia atrás los hombros y repita el proceso hasta que se sienta más calmado.
La ansiedad tiende a aparecer cuando tenemos pensamientos dando vueltas en la cabeza. Permitirse tiempo para pensar, o pasar momentos inactivos, puede hacer que la ansiedad aparezca. Una manera de evitar esto es mantenerse ocupado a lo largo del día, desde que el momento de levantarse hasta el de acostarse. Desde luego suena extenuante, pero con suerte, le permitirá dormir bien. Esta actividad no tiene que ser necesariamente una actividad física. Puede ser leer o realizar algún tipo de artesanía, o incluso meditar. Manteniéndose ocupado y centrado, será más difícil que le invadan los pensamientos.
Paralelamente a mantenerse ocupado, debe hacer ejercicio. Quizá esto no es gusto de todos, pero realizar ejercicio varias veces a la semana, es un medio excelente para mejorar el ánimo y le ayudará a sentirse mejor consigo mismo. No es necesario que sea un ejercicio aeróbico fuerte. Hacer yoga, pasear o nadar son opciones que pueden ser beneficiosas. Con el ejercicio, aumenta la serotonina, se eliminan hormonas relacionadas con el estrés, y se liberan endorfinas, lo cual afecta positivamente al estado de ánimo.
Otro método para hacer frente a los síntomas de la ansiedad es centrarse en ellos. Por ejemplo, si su cuello tiende a tensarse, ponga atención en él. Si siente una agitación en el abdomen, concéntrese en esa sensación. Si tiene dificultades para respirar, ponga atención en la respiración. Céntrese en esas sensaciones, y en caso de desconcentrarse, vuelva a pensar en ello. Continúe hasta que note que se siente más tranquilo.
En ocasiones, nuestra ansiedad es una señal de que pensamos demasiado en nosotros mismos. Otra manera de ayudar a reducir los síntomas de la ansiedad es no centrarnos tanto en nosotros, sino pensar en los demás. ¿Conoce a alguien con algún tipo de necesidad? ¿Algún miembro de su familia, vecino o amigo? En caso de no ser así, quizá podría considerar realizar algún tipo de voluntariado. De esta manera, podrá quitarse sus problemas de la cabeza, y sentirse bien al ayudar a los demás.
Aunque normalmente no recomendamos evitar las conductas, cuando se sufre de ansiedad siempre existen unos desencadenantes que hacen comenzar un ataque. Si sabe cuáles son los desencadenantes que le afectan, y no está bajo tratamiento o terapia para lidiar con su ansiedad, no hay razón para enfrentarse a ellos. Si ver las noticias le produce ansiedad, apague la tele. Si ver las actividades de su ex pareja en las redes sociales le produce malestar, dese de baja de esa red social, o bloquee a esta persona. Esto es especialmente importante en las horas previas a acostarse, ya que preocuparse durante la noche hará que sus problemas estén dando vueltas en su cabeza hasta el amanecer.
Si se siente capaz, intente superar sus límites cada día. Puede llegar a combatir los síntomas de su ansiedad enfrentándose a aquello que más teme. Esto puede ser, por ejemplo, hablar con alguien nuevo cada día, o conducir un par de kilómetros hasta un sitio nuevo. No importa lo que sea, y nadie más tiene por qué saberlo. Póngase metas, y verá que puede salir adelante.
Cuando sepa qué es lo que origina su ansiedad, reflexione sobre qué es lo más horrible que podría suceder. ¿Cuál es el peor final posible? Aunque esto sea lo más terrible, aun así sobrevivirá, y el mundo no se habrá acabado, así que no hay razón por la que preocuparse en exceso. Si comienza a sentir ansiedad, calme su respiración. Finalmente, su pánico se disipará. Y se encontrará absolutamente bien.
Cuando sienta que el mundo se le viene encima, haga listas de cosas que le encanten. El arroz con leche, los discos de los Beatles, su perro, la lluvia golpeando sobre un tejado metálico, el sonido del mar en una playa de piedras... Cualquier cosa que le haga feliz. Algunas personas anotan en un cuaderno estas listas, creando un diario de agradecimiento. Salga a comprar un cuaderno bonito para guardar dentro sus pensamientos felices.
En ocasiones, poner esto en práctica puede resultar difícil. Pero cuando usted se encuentre hundido en la desesperación, tratar de ver las ventajas en vez de los inconvenientes, lo bueno en vez de lo malo y las posibilidades en vez de los obstáculos, le ayudará a mantenerse centrado en disfrutar la vida.
La ansiedad no puede curarse de la noche a la mañana, puede que incluso nunca se cure, pero puede utilizar los recursos que posee para mejorar aspectos de usted. Continúe compartiendo cómo se siente, rodéese de aquello que le gusta y tenga fe en que su vida puede mejorar.
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Las Flores de Bach no son un medicamento sino extractos inocuos de plantas que se toman para reforzar la salud.
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