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Una noche de octubre de 2016 escuchamos un maullido extraño en nuestro jardín. Salí al exterior y encontré un pequeño gatito rojizo. Miedoso pero curioso. Con unas golosinas logré que entrara en casa. El pequeño fue valiente, pero tenía miedo de todo lo que veía. Pero al parecer tenía hambre y me siguió. Comió rápidamente y luego se fue corriendo. Tomó unos días hasta que se quedó dentro y confió.
Lo llamamos Abeltje y le dimos la bienvenida a nuestra casa. Siempre volvía y cada vez se quedaba un poco más de tiempo. Nunca buscaba contacto con la otra gata que acogimos poco antes que a él. Abeltje era asustadizo y nunca se dejaba acariciar por nadie. Tras unas semanas logré acariciarle un poco y empezó a confiar en mi lo cual me emocionó mucho, ¡es tan lindo! Después de unos meses empezó a buscar contacto con nuestra otra gata y con el gato viejo. Pero al parecer no sabía qué tenía que hacer por lo que luchaba con ellos, les perseguía y meaba por todos los lados, lo cual no nos alegró mucho. Por suerte Abeltje amaba mi compañía y muchas veces se echaba en mi regazo para dejarse acariciar. Pero aún no dejaba levantarse del suelo.
Su relación con nuestros otros gatos mejoró, pero aún no le gustaban los perros. Debido a ello meaba siempre en el sofá porque no se atrevía a salir cuando había perros en el exterior (habíamos intentado sacar el arenero al exterior). Tras investigar un poco encontré la página de Flores de Bach y me fijé en el remedio nº 111 (un número perfecto, pensé). Encargué el frasco y tras una semana ya puedo ver los resultados. ¡Abeltje se ha vuelto más fuerte! Salió a pesar de que había perros, ya no meaba por todos los lados y lo mejor fue que se volvió muy mimoso (el primer frasco está casi vacío). Siempre pide muchas caricias y duerme en nuestra cama y también se entiende con nuestras demás mascotas.
¡Muchas gracias por su ayuda! ¡Abeltje confía más y su vida se ha convertido en toda una fiesta!
Exoneración de responsabilidad: Los resultados pueden variar dependiendo del animal y no se basan en resultados científicos.Ahora ya no está tan triste, juega más y está más relajado
Entonces le empezamos a dar el remedio de Flores de Bach nº 111, ¡el abatimiento ha ido desapareciendo y funcionó muy bien!
Sandrine Henry de Francia *
* Exoneración de responsabilidad: Los resultados pueden variar dependiendo del animal y no se basan en resultados científicos.
Una noche de octubre de 2016 escuchamos un maullido extraño en nuestro jardín. Salí al exterior y encontré un pequeño gatito rojizo. Miedoso pero curioso. Con unas golosinas logré que entrara en casa. El pequeño fue valiente, pero tenía miedo de todo lo que veía. Pero al parecer tenía hambre y me siguió. Comió rápidamente y luego se fue corriendo. Tomó unos días hasta que se quedó dentro y confió.
Lo llamamos Abeltje y le dimos la bienvenida a nuestra casa. Siempre volvía y cada vez se quedaba un poco más de tiempo. Nunca buscaba contacto con la otra gata que acogimos poco antes que a él. Abeltje era asustadizo y nunca se dejaba acariciar por nadie. Tras unas semanas logré acariciarle un poco y empezó a confiar en mi lo cual me emocionó mucho, ¡es tan lindo! Después de unos meses empezó a buscar contacto con nuestra otra gata y con el gato viejo. Pero al parecer no sabía qué tenía que hacer por lo que luchaba con ellos, les perseguía y meaba por todos los lados, lo cual no nos alegró mucho. Por suerte Abeltje amaba mi compañía y muchas veces se echaba en mi regazo para dejarse acariciar. Pero aún no dejaba levantarse del suelo.
Su relación con nuestros otros gatos mejoró, pero aún no le gustaban los perros. Debido a ello meaba siempre en el sofá porque no se atrevía a salir cuando había perros en el exterior (habíamos intentado sacar el arenero al exterior). Tras investigar un poco encontré la página de Flores de Bach y me fijé en el remedio nº 111 (un número perfecto, pensé). Encargué el frasco y tras una semana ya puedo ver los resultados. ¡Abeltje se ha vuelto más fuerte! Salió a pesar de que había perros, ya no meaba por todos los lados y lo mejor fue que se volvió muy mimoso (el primer frasco está casi vacío). Siempre pide muchas caricias y duerme en nuestra cama y también se entiende con nuestras demás mascotas.
¡Muchas gracias por su ayuda! ¡Abeltje confía más y su vida se ha convertido en toda una fiesta!
Exoneración de responsabilidad: Los resultados pueden variar dependiendo del animal y no se basan en resultados científicos.IVA incluido
Entonces le empezamos a dar el remedio de Flores de Bach nº 111, ¡el abatimiento ha ido desapareciendo y funcionó muy bien!
Las Flores de Bach no son un medicamento sino extractos inocuos de plantas que se toman para reforzar la salud.
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